Insisten con el pedido de nulidad de un juicio

La mamá de José Ferreyra le pidió una audiencia al gobernador para que la escuche. Su hijo fue condenado el 12 noviembre del año pasado a cadena perpetua, como autor material del crimen de una beba de 2 años en Santa Rosa del Conlara. Por el hecho también está en la cárcel la madre de la nena, Agustina Arias (hija de Magalí Morales, la mujer que murió en una celda de la comisaría del pueblo).

“Le suplico que tenga en cuenta mi pedido y ayude a apelar la nulidad del juicio y José tena la posibilidad de defenderse nuevamente”, escribió Ramona Sánchez en la carta que en el inicio de esta semana emprendió camino hasta Terrazas del Portezuelo.

Consideró en el escrito que a su criterio, basado en el fundamento de los abogados que defienden a Ferreyra, se trata de “una situación irregular, arbitraria e injusta”. Y le insistió: “Soy una madre desesperada que hará todo lo que esté a mi alcance para evitar que mi hijo pase su vida en la cárcel por un hecho que no cometió”.

Ramona acumula sufrimientos. No es muy difícil creerle que con el alma partida se despierta y se acuesta cada día: hacen 22 años sufrió el golpe más fuerte. Asesinaron a su hija de 15 años y la tiraron en una letrina. Por el crimen condenaron con 12 años de cárcel al novio. Pero eso no cerró ninguna herida. La adolescente se llamaba Carolina, y el agresor intentó taparla con ladrillos antes de que encontraran el cuerpo.

Ella murió 13 años antes de que en Argentina sancionaran la ley 26.791 (el 14 de noviembre de 2012) modificatoria del Código Penal, para incorporar la figura del femicidio como agravante del delito de homicidio. Aunque esa carátula no existía en ese momento a Carolina la mataron por ser mujer. La pena que hoy cae para los agresores es prisión perpetua.

Cuando en mayo del 2019 detuvieron a su hijo, Ramona recibió el otro golpe. Ahora con la misma pena que la lleva al cementerio, transita hacia el Servicio Penitenciario Provincial. Cree que “no hay pruebas objetivas ni materiales que demuestren o justifiquen esa condena” hacia José, y que también se “violaron derechos y garantías en el proceso judicial de una manera lamentable y trágica”.

Junto a la carta para el gobernador, Ramona adjuntó una pila de hojas que llevan la firma de casi 3 mil vecinos del pueblo “que creen en la inocencia de mi hijo”. Al mismo tiempo comenzó a difundirla por las redes sociales y los medios de comunicación.

Los primeros días de marzo, los abogados de Ferreyra (Marco Juárez y Aldo Giuliani) recurrieron el fallo y advirtieron que se trata de “una sentencia muy dirigida”, como también la falta “de interés” para indagar sobre aspectos que sostienes son relevantes. Así pidieron la nulidad del juicio para que se abra “uno más justo”, y cuestionaron al juez Jorge Pinto.

Los abogados advirtieron que a su cliente lo condenaron por “los dichos de una menor de 3 años”, los cuales “no fueron corroborados en Cámara Gesell”, y que recién pudieron conocer el expediente durante el debate oral. Fue a él a quien acusaron de dar el golpe que causaron las heridas mortales a la criatura.

Entre las pruebas que sostiene la defensa se encuentran todos los estudios que le hicieron a la nena en Santa Rosa (placas donde no detectan fracturas, y análisis) y los que se repitieron en San Luis, donde la operaron y no pudieron salvarle la vida. Apuntan que en ninguno de esos documentos figuran las lesiones que se señalaron en la necropsia. “No existe ningún elemento probatorio o pericial que contradiga o quite valor a la historia clínica”, indicaron.

Recriminan que solo dos profesionales dieron “explicaciones de lo que pasó” con la nena; y que en el expediente no figura “que fueron 8 los médicos que la atendieron en el Hospital”. Tampoco declararon en las audiencias.

La madre pidió que se llegue a “la verdad de los hechos”, y que si hubo maltrato con la pequeña “busquen realmente al culpable”.